Rompecabezas

Rompecabezas
Así se forma el conjunto, uniendo, como en la música, el silencio con el sonido o, como en poesía, la ingeniería con el verso. (Despedida)

jueves, 14 de febrero de 2013

Textos literarios. Narrativa



TEXTOS LITERARIOS. NARRATIVA


OTRO MÁS POR SI ACASO...



Así fui llegando a mis veinticuatro años, que es cuando volvió de
América, con un caudalillo ahorrado, mi hermano Lázaro. Llegó acá, a
Valverde de Lucerna, con el propósito de llevarnos a mí y a nuestra madre
a vivir a la ciudad, acaso a Madrid.
-En la aldea -decía- se entontece, se embrutece y se empobrece uno. Y
añadía:
-Civilización es lo contrario de ruralización; ¡aldeanerías no!, que no
hice que fueras al colegio para que te pudras luego aquí, entre estos zafios
patanes.
Yo callaba, aún dispuesta a resistir la emigración; pero nuestra madre,
que pasaba ya de la sesentena, se opuso desde un principio. «¡A mi edad,
cambiar de aguas!», dijo primero; mas luego dio a conocer claramente
que ella no podría vivir fuera de la vista de su lago, de su montaña, y sobre
todo de su Don Manuel. -¡Sois como las gatas, que os apegáis a la
casa! -repetía mi hermano. Cuando se percató de todo el imperio que sobre
el pueblo todo y en especial sobre nosotras, sobre mi madre y sobre
mí, ejercía el santo varón evangélico, se irritó contra este. Le pareció un
ejemplo de la oscura teocracia en que él suponía hundida a España. Y
empezó a barbotar sin descanso todos los viejos lugares comunes anticlericales
y hasta antirreligiosos y progresistas que había traído renovados
del Nuevo Mundo.
-En esta España de calzonazos -decía- los curas manejan a las mujeres
y las mujeres a los hombres… ¡y luego el campo!, ¡el campo!, este campo
feudal…
Para él, feudal era un término pavoroso; feudal y medieval eran los
dos calificativos que prodigaba cuando quería condenar algo.
Le desconcertaba el ningún efecto que sobre nosotras hacían sus diatribas
y el casi ningún efecto que hacían en el pueblo, donde se le oía con
respetuosa indiferencia. «A estos patanes no hay quien les conmueva».
Pero como era bueno por ser inteligente, pronto se dio cuenta de la clase
de imperio que Don Manuel ejercía sobre el pueblo, pronto se enteró de
la obra del cura de su aldea.
-¡No, no es como los otros -decía-, es un santo!

                                          Miguel de Unamuno. San Manuel Bueno, Mártir



Cuestiones
     1. Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto.
     2. Indique el tema del texto.
     3. Resuma el texto.
     4. Realice un comentario crítico del contenido del texto.


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