TIEMPO DE SILENCIO
Fragmento de Tiempo
de silencio (1962), de Luis Martín-Santos, en el que leemos las reflexiones de un personaje que intenta superar
el miedo que le provoca el hecho de estar en la cárcel acusado de homicidio.
![[20070418klplyllic_182_Ies_SCO.jpg]](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIJPXxSiLvWMPIZJwxdMLOh2z8eRgk4JSoAPs_u1Vj-1sqxTZ8q0SeuWvmD1u1ZEL-suB6ab7-Sl-46PBctELxB1Suy5qL-dnPdiy7H5dvmvHE5v_Y-95ZRbsqLG8DKZpTqtg9LC-xjPmd/s320/20070418klplyllic_182_Ies_SCO.jpg)
Tú no
la mataste. Estaba muerta. Yo la maté. ¿Por qué? ¿Por qué? Tú no la mataste.
Estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba
muerta. Yo no fui. No pensar. No pensar. No pienses. No pienses en nada.
Tranquilo, estoy tranquilo. No me pasa nada. Estoy tranquilo así. Me quedo así
quieto. Estoy esperando. No tengo que pensar. No me pasa nada. Estoy tranquilo,
el tiempo pasa y yo estoy tranquilo porque no pienso en nada. Es cuestión de
aprender a no pensar en nada, de fijar la mirada en la pared, de hacer que tú
quieras hacer porque tu libertad sigue existiendo también ahora. Eres un ser
libre para dibujar cualquier dibujo o bien para hacer una raya cada día que
vaya pasando como han hecho otros, y cada siete días una raya más larga, porque
eres libre de hacer las rayas todo lo largas que quieras y nadie te lo puede
impedir.
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