Rompecabezas

Rompecabezas
Así se forma el conjunto, uniendo, como en la música, el silencio con el sonido o, como en poesía, la ingeniería con el verso. (Despedida)

viernes, 7 de junio de 2013


LA LÍRICA DEL SIGLO XX HASTA 1939

La poesía española del siglo XX hasta el estallido de la guerra puede dividirse en  dos grandes etapas: la primera de ellas abarcaría los movimientos modernista y noventayochista y la segunda al novecentismo, las vanguardias y la generación del 27.

El término Modernismo hace referencia a una serie de tendencias artísticas europeas y latinoamericanas que revolucionaron el arte de finales del siglo XIX y principios del XX y que, ofreciéndose como alternativa a la literatura burguesa y realista de la segunda mitad del siglo XIX, consistía en la búsqueda de nuevas formas y de la belleza ornamental. Como movimiento literario surge en Nicaragua de la mano del poeta Rubén Darío y pasa por dos etapas, una más esteticista y sensorial influida por el parnasianismo francés, y otra más íntima, de cierto compromiso e influida por el simbolismo, Esta última versión será la que llegue a la pluma de nuestros escritores como Juan Ramón Jiménez (los de su etapa "sensitiva") y las Soledades, galerías y otros poemas de Antonio Machado, donde el poeta reflexiona en tono melancólico sobre temas como el paso del tiempo o la muerte con una estética renovada y una simbología propia.

El Movimiento noventayochista, si bien está inmerso en este clima generalizado de fin de siglo al que hemos llamado Modernismo, presenta unas características propias que lo diferencian. La primera de ellas es que se trata de un movimiento exclusivamente español la segunda sería su carácter socio-político ( el modernismo es solo un movimiento cultural y artístico). Así dentro del ambiente modernista finisecular, en España surgirá  un grupo de autores (conocidos como Grupo del 98) que reaccionarán ante la crisis del 98. Efectivamente, tras la pérdida de la últimas colonias, a la crisis económica, política y social en que estaba sumida la nación, se le une una crisis de ideas que se manifiesta especialmente en la tambaleante "idea de España". En los versos de Machado y de Unamuno se denuncia el atraso y la miseria del campesino castellano y se reivindica la necesidad de regeneración nacional. En cuanto a la estética, la poesía de este grupo limaba alguno de los excesos modernistas y mostraba cierta depuración formal: léxico menos retórico y versos más cortos.

Pero en torno a 1914 surge en España una nueva generación de intelectuales, formados en universidades y de vocación europeísta que reacciona contra el sentimentalismo en el arte y propone un nuevo concepto de poesía intelectual. Se les conoce como Novecentistas o Generación del 14. A esta corriente pertenece la "poesía pura" de Juan Ramón Jiménez, una poesía desnuda e intelectualizada.Otro nombre clave es el de ramón Gómez de la Serna, introductor de las primeras vanguardias en España y creador de las " greguerías" (pequeñas composiciones que unen metáfora y humor). Son los primeros pasos hacia un vanguardismo que tendrá en torno a 1920 sus primeras manifestaciones propias con el Ultraísmo cuyo manifiesto se debe a Rafael Cansinos Assens. Algunos autores establecen  los antecedentes de la vanguardia de nuestro país en la visita del chileno Vicente Huidobro a Madrid tras haber estado en parís en contacto con las vanguardias francesas. Su venida estimuló a los incipientes ultraístas y su Creacionismo influyó en autores del 27. Por último habría que mencionar el ensayo de ortega y Gasset La deshumanización del arte, cuyos postulados de necesidad de una poesía pura alejada de los sentimentalismos decimonónicos dieron base teórica a esta nueva lírica.

Poco a poco, sin embargo, estos ideales de pureza de las primeras vanguardias se fueron abandonando. Tras los cambios sufridos en la sociedad del momento, en nuevo contexto social (con el advenimiento de la república) y por influencia del surrealismo francés, aparece en los años 30 una poesía de denuncia y de contenidos sociales. Los poetas que protagonizan este panorama son los del llamado Generación del 27: un grupo de jóvenes reunidos en torno a la Residencia de estudiantes de Madrid que elevarán el género poético a cumbres difícilmente superables. Sus miembros  (que se dan a conocer en el Ateneo de Sevilla en la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora) son: Jorge Guillén, Pedro salinas, Federico garcía Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. Casi todos ellos tienen poemarios escritos antes de 1930 en los que combinan lo culto con lo popular y la tradición con la vanguardia. Así hay que destacar la poesía neopopular de Lorca (Poema del cante jondo y Romancero gitano) y de Alberti (Marinero en tierrra); la poesía pura de Dámaso Alonso Poemas puros) y de Guillén (Cántico) o de Salinas Seguro Azar y Presagios) y los poemarios creacionistas de Gerardo Diego ( Imagen y Manual de espumas). En trono a 1930 el grupo sufre la influencia del surrealismo francés y de la poesía de Pablo Neruda. En esta línea de influencia se ubican los primeros poemarios de Luis Cernuda (Los placeres prohibidos,1931 y  Donde habite el olvido,1934), de Vicente Aleixandre (Espadas como labios ,1930), Poeta en Nueva York de García Lorca, publicado en 1940, pero escrito entre en 1929-30 y Sobre los ángeles (1928) de Alberti. En un lugar aparte hay que poner la lírica amorosa de Salinas y sus poemarios La voz a ti debida (1933) y Razón de amor(1936).

Será el estallido de la guerra civil española lo que trunque la evolución poética de esta generación posicionada al lado del bando republicano ( y la de otros poetas que comenzaban a asomar en el panorama lírico de nuestro país, como Miguel Hernández, el poeta del pueblo). garcía Lorca será asesinado ese mismo año, el joven Hernández morirá en la cárcel en 1942 y el resto de poetas de la Generación del 27 se verán obligados al exilio. Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso se quedarán en el llamado "exilio interior" y serán los encargados de, esquivando la presión de la censura, apadrinar a a los poetas de las siguientes generaciones.